viernes, 10 de noviembre de 2017

Beata Isabel de la Trinidad: "Alabanza de gloria de la Santísima Trinidad" y crecer de día en día "en la carrera del amor a los Tres".- Oremos juntos

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8 de noviembre



Beata Isabel de la Trinidad

Isabel Catez Rolland, hija de Francisco José y de María, nació en Bourges,
Francia, el 18 de Julio de 1880.
Desde su más tierna edad se distinguió por su temperamento apasionado,
propenso a arrebatos de cólera y de una sensibilidad exquisita.
Cuando contaba siete años, perdió a su padre, lo que fue causa de su
"conversión" y de su cambio de carácter como fruto de su vida de ascesis y
oración.
Aunque tomaba parte en las fiestas y participaba en los compromisos
sociales, fue siempre fiel a sus promesas bautismales.
A los 14 años hizo voto de virginidad y a los 19 empezó a recibir las
primeras gracias místicas.
Estaba dotada de gran talento musical y se ofreció a Dios como víctima por
la salvación de Francia.
El 2 de enero de 1901, a los 21 años de edad, ingresaba en el convento
carmelitano de Dijón, ciudad donde vivía con su familia.
Isabel -que en el Carmelo se llamaría Sor Isabel de la Trinidad- se propuso
como lema ser "Alabanza de gloria de la Santísima Trinidad" y crecer de día
en día "en la carrera del amor a los Tres".
Vistió el hábito el 8 de diciembre de 1902 y el 11 de noviembre de 1903
saltaba de gozo al emitir sus votos religiosos en la Orden del Carmen, a la
que amaba con toda su alma.
Con su vida y su doctrina -breve pero sólida- ha ejercido un gran influjo en
la espiritualidad de nuestros días, debido, sobre todo, a su experiencia
trinitaria. Preciosas son sus Elevaciones, Retiros, Notas Espirituales y sus
Cartas.
Corrió, voló, en el camino de la perfección y el 9 de noviembre de 1906
expiraba a causa de una úlcera de estómago.
En el capítulo "El Carmelo escuela de santidad", recordamos una bella
anécdota entre el Cardenal Mercier y la M. Priora de Dijón, sobre esta veloz
carrera hacia la meta de la santidad de Sor Isabel de la Trinidad.
Fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 25.11.1984, fiesta de Cristo
Rey.
Su fiesta se celebra el 8 de noviembre.

Su espiritualidad
*       Fue más su vida misma que su doctrina. Ésta sólo en parte fue
escrita por ella.
*       Sor Isabel es un alma interior que se transforma de día en día en el
Misterio Trinitario.
*       El silencio, la soledad, la oración contemplativa son la palestra
que la disponen a ser dócil a la voluntad divina, que cumple siempre y en
todo a la mayor perfección.
*       Enamorada de Cristo, que es "su libro preferido", se eleva a la
Trinidad hasta que "Isabel desaparece, se pierde y se deja invadir por los
Tres".

"La Trinidad: aquí está nuestra morada, nuestro hogar, la casa paterna de la
que jamás debemos salir... Me parece que he encontrado mi cielo en la
tierra, puesto que el cielo es Dios y Dios está en mi alma. El día que
comprendí eso todo se iluminó para mí."

"Creer que un ser que se llama El Amor habita en nosotros en todo instante
del día y de la noche y que nos pide que vivamos en sociedad con El, he
aquí, os lo confío, lo que ha hecho de mi vida un cielo anticipado"

'Mi Esposo quiere que yo sea para El una humanidad adicional en la cual El
pueda seguir sufriendo para gloria del Padre y para ayudar a la Iglesia"

Amó profundamente su vocación carmelita y trató de amar y de imitar a la
"Janua coeli" -Puerta del Cielo-, como llamaba a la Virgen Purísima.
Murmurando casi como en un canto "Voy a la luz, al amor, a la vida",
expiró."

Su mensaje
Que corramos por el camino de la santidad, que el Espíritu Santo eleve
nuestro espíritu, que seamos siempre "alabanza de gloria de la Ssma.
Trinidad", que seamos dóciles a las mociones del Espíritu.

Su oración
Oh Dios, rico en misericordia, que descubriste a la Beata Isabel de la
Trinidad el misterio de tu presencia secreta en el alma del justo e hiciste
de ella una adoradora en espíritu y verdad, concédenos, por su intercesión,
que también nosotros, permaneciendo en el amor de Cristo, merezcamos ser
transformados en templos del Espíritu de Amor, para alabanza de tu gloria.
Amén.

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