jueves, 19 de febrero de 2009

098-Homenaje Sabatino:Ella atrae las complacencias de la Santa Trinidad .

¡Si conocieras el don de Dios! Hay una criatura que conoció ese don de Dios, que no perdió un ápice, una criatura que fue tan pura, tan luminosa, que ella misma parece ser la luz: "Espejo de justicia". Una criatura cuya vida fue tan sencilla, inmersa en Dios que no se puede decir nada: "Virgo fidelis" es la Virgen fiel, la que "guardó todas las cosas en su corazón" Ella se hace tan pequeñita, tan recogida ante Dios, frente al secreto del templo, que atrae las complacencias de la Santa Trinidad.

Hermana Isabel de la Trinidad (1880-1906)
María, modelo de las almas - La Vida espiritual, 1928
 

Dios te salve, María,

llena eres de gracia,

el Señor es contigo,

bendita tú eres entre todas las mujeres

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

 Santa María, Madre de Dios,

 ruega por nosotros, pecadores,

 ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amen.


Estimadas familias y amigos que nos siguen semanalmente por TV
Nuestro queridisimo programa, realizado adhonorem, y con mucho amor
por cada integrante del mismo, ha sido levantado del cable.
Les pedimos de todo corazon, y puedan apoyarnos
escribiendo un correo electrónico a:  santamaria @ telered.com.ar
solicitando que coloquen nuevamente nuestro programa
"Maria Esperanza del Mundo"
en la señal de cable, de cablevision y multicanal.
Simplemente les pedimos un email individual o familiar,
solicitando la reanudacion del mismo,
para que podamos continuar con nuestra misión evangelizadora.
Como también que nos acompañen en oración.

Que Dios los Bendiga y la Virgen María los proteja
 Les desea el equipo de Maria Esperanza del Mundo
 

Mensaje de María Reina de la Paz

dado por medio de Mirjana

     Queridos hijos, a pesar de que una gran gracia del cielo les es prodigada especialmente a ustedes, sus corazones permanecen duros y sin respuesta. Hijos míos, ¿por qué no me entregan completamente sus corazones? Sólo deseo poner en ellos paz y salvación: poner a mi Hijo. Con mi Hijo, sus almas alcanzarán nobles metas y nunca se perderán. Aún en la mayor oscuridad encontrarán el camino. Queridos hijos, decídanse por una nueva vida con el nombre de mi Hijo en sus labios. Gracias.

                                                  MensajerosdelaReinadelaPaz.org

“Felices los que creen sin ver”.

 

 

También puede peregrinar a Salta (Argentina), donde la Virgen está dando una bendición especial para tiempos muy difíciles (es posible que en menos de 40 años se cumpla la profecía de los 1500 millones de muertos por el fuego del Cielo, aunque faltan más de 400 años para el fin del mundo).

 

¡Es muy importante llevar a los niños (o sus fotos) para esa bendición especial!

Nos han informado que justamente por ese motivo María Livia extendió hasta el 17 de Enero la oración de intercesión (los sábados), continuando luego en Marzo. Por si acaso consultar siempre la cartelera de novedades del sitio web:

 

Lea los mensajes aprobados por el Arzobispo de Salta Monseñor Blanchoud en:

www.InmaculadaMadre-Salta.org

 

 

TV:

http://www.gloria.tv/?video=go9zem3xzrqbpcxft0t8

Video:

http://www.youtube.com/watch?v=2wXOThC1NIM

 

PEREGRINACIONES

 

Súmese a las peregrinaciones desde todo el mundo

(si conoce alguna más favor de informarnos!)

 

Pero antes que nada conságrese a los dos Corazones:

 

Consagración a Jesús

 

Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, yo confío inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que necesito para abandonarme a Tu Infinita Misericordia, porque ya se han agotado mis recursos humanos y ahora solo me cabe volverme con confianza a Tu Infinita Compasión, porque sé que Tu no desoirás mi suplica.

 

Aquí estoy Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas, según Tu Amor y beneplácito divino, que sé, será lo mejor para mí, concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.

 

¡Toma Señor mi problema!.

 

¡Toma, mi corazón!.

 

¡ Yo confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !

¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !

¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !

 

Amén.

 

Consagración a María

 

“PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA.

 

Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.

 

Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente en lo que me mandes.

 

Sé dulce compañía en mi vida, no permitas que jamás me separe de Ti y en la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tu compañía.

 

Bendita y alabada seas por siempre Madre mía.”

 

Amén.

 

 

¡ Ave María puríssima !

 

Gracias por su apoyo. Recemos unos por otros.

¿No cree en Medjugorje?

 

1. Vea con sus propios ojos este milagro en una réplica de la estatua de Medjugorje (2007). Esto fue corroborado por la prensa!

http://www.youtube.com/swf/l.swf?video_id=MBiXbJmGzc4 (se sugiere apagar el audio por ser irreverente)

 

Algo similar, pero con lágrimas de sangre pasó en:

Cittavecchia, Italia

Mendoza, Argentina, 2005

Caracas, Venezuela, 2008

 

2. Vea estos impresionantes videos de Medjugorje:

http://www.dmisericordiamed.it/videosmedjugorje.htm

(si no funciona en Firefox pruebe con el Internet Explorer)

 

3. Otra prueba: el mismísimo Papa rezó ante la imagen de Medjugorje tal como indica Radio Vaticana

http://www.radiovaticana.org/it1/Articolo.asp?c=145895

 

 “Felices los que creen sin ver”.

 

 

Virgen Inmaculada Madre Salta - 650x1016 - 70x25También puede peregrinar a Salta (Argentina), donde la Virgen está dando una bendición especial para tiempos muy difíciles (es posible que en los próximos 40 años se cumpla en ese lapso la profecía de los 1500 millones de muertos por el fuego del Cielo, aunque faltan más de 400 años para el fin del mundo).

 

¡Es muy importante llevar a los niños (o sus fotos) para esa bendición especial!

 

Lea los mensajes aprobados por el Arzobispo de Salta Monseñor Blanchoud en:

www.InmaculadaMadre-Salta.org

 

Videos:

http://www.youtube.com/watch?v=2wXOThC1NIM

 

PEREGRINACIONES

 

Súmese a las peregrinaciones desde todo el mundo

(si conoce alguna más favor de informarnos!)

 

Pero antes que nada conságrese a los dos Corazones:

 

Consagración a Jesús

 

Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, yo confío inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que necesito para abandonarme a Tu Infinita Misericordia, porque ya se han agotado mis recursos humanos y ahora solo me cabe volverme con confianza a Tu Infinita Compasión, porque sé que Tu no desoirás mi suplica.

 

Aquí estoy Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas, según Tu Amor y beneplácito divino, que sé, será lo mejor para mí, concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.

 

¡Toma Señor mi problema!.

 

¡Toma, mi corazón!.

 

¡ Yo confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !

¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !

¡ Yo Confío en Ti Corazón Eucarístico de Jesús !

 

Amén.

 

Consagración a María

 

“PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA.

 

Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.

 

Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente en lo que me mandes.

 

Sé dulce compañía en mi vida, no permitas que jamás me separe de Ti y en la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tu compañía.

 

Bendita y alabada seas por siempre Madre mía.”

 

Amén.

 

 

Peregrinaciones

 

Salvo aviso en contrario en la cartelera de novedades de www.inmaculadamadre-salta.org

 

María Livia participará de la oración de intercesión los sábados hasta el 17 de Enero de 2008 inclusive

 

 

¡ Ave María puríssima !

 

Gracias por su apoyo. Recemos unos por otros.

 

Unidos en el Corazón de la Sagrada Familia,

Mírelo y dígale:

“Jesús en Ti confío”

“Jesús en Ti confío”

“Jesús en Ti confío”

 

Él prometió salvar a quien haga esto.

 

Esta imagen es milagrosa, ¡difúndala y llénese de bendiciones!

 

No tenga vergüenza:

Marcos 9, 38          "Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles." Ver también Mt 10,33; Lc 12,9; 2 Tm 2, 12

 

Coloque esta invitación en todos sus emails.

Si usa una cuenta de una empresa puede poner algo así debajo de sus datos: "A continuación,  sigue la firma personalizada de quien le responde: no tiene relación con la empresa."

 

Quienes lo reciban, se lo agradecerán por toda la eternidad =)

 

Reciba el Evangelio del día y en 3 años habrá leído La Sabiduría que no caduca jamás. Escriba a:

evangelio-subscribe@googlegroups.com

(y haga clic en el mail de confirmación que le envía Google)

 

En www.IESVS.org encontrará:

 

- Gratis: evangelio del día, Santo del día, meditaciones

 

- Libros gratis, como "Demostración científica de la Religión Católica"; escritos de los Santos y e


 

Mensaje del 25 de diciembre de 2008 dado por medio de Marija


¡Queridos hijos! Ustedes corren, trabajan y acumulan, pero sin bendición. ¡Ustedes no oran! Hoy los invito a que se detengan ante el Pesebre y mediten sobre Jesús, a quien también hoy les doy, para que Él los bendiga y les ayude a comprender que sin Él no tienen futuro. Por eso, hijitos, pongan sus vidas en las manos de Jesús para que Él los guíe y proteja de todo mal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

 
Mensaje del 25 de diciembre de 2008 dado por medio de Jakov


La aparición anual a Jakov tuvo lugar hoy 25 de diciembre. La Sma. Virgen vino con el Niño Jesús en brazos. La aparición comenzó a las 9:48, duró 6 minutos y dio el siguiente mensaje: 
     ¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a que oren por la paz. Sin Dios no pueden tener paz ni vivir en paz. Por eso, hijitos, hoy, en este día de gracia, abran sus corazones al Rey de la Paz para que nazca en ustedes y les conceda su paz y sean ustedes portadores de la paz en este mundo sin paz. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

¡Qué nuestro Dios,
oculto en el Niño de Belén,
se manifieste en la ternura de su amor
y los acaricie con su bendición

martes, 17 de febrero de 2009

120-El Santo Padre dijo: "La Virgen es grande porque no es inalcanzable para los pequeños"

La Virgen es grande porque no es inalcanzable para los pequeños”

Discurso pronunciado por Benedicto XVI al recibir la ciudadanía honoraria de la localidad austríaca de Mariazell, en presencia del Alcalde, Helmut Pertl, del obispo de Graz-Seckau, monseñor Egon Kapellari, y del rector del santuario de Mariazell, padre Karl Schauer, O.S.B
Ciudad del Vaticano, 22 de enero de 2009.
Excelencia

querido monseñor Kapellari,
señor Alcalde,
querido padre Karl,
queridos amigos.
No consigo nombrar a todos aquellos a quienes debería citar --al señor embajador, naturalmente...--. En este momento sólo consigo decir sencillamente un gracias de corazón y a responder con un "Vergelt's Gott" ("El Señor os haga mérito"). Estoy contento de ser un ciudadano de Mariazell y de poder así vivir cerca de la Madre de Dios. Obviamente, me han vuelto a la mente las dos visitas que usted ha mencionado: en el 2004, con los notables europeos y con un tiempo espléndido. Juntos pudimos percibir lo que Europa ha sido capaz de construir y de donde procede todo aquello que hoy forma su identidad, y a través de qué Europa podrá volver siempre de nuevo a ser ella misma: a través del encuentro con el Señor, al cual nos conduce su Madre. Precisamente, en la Madre sentimos que Dios se ha hecho hombre. Y así hemos percibido la alegría de estar juntos, la fuerza de nuestras raíces y con ella también la posibilidad de un nuevo futuro juntos.
Durante la visita pastoral, por el contrario, llovió, pero yo creo que precisamente la lluvia nos hizo estar aún más unidos y más cercanos, la lluvia nos ha acercado y nos ha dado esa sensación de "unión" y más aún, de "unión con el Señor y su Madre". Monseñor Kapellari acuñó entonces la expresión: "los católicos están a prueba de lluvia"; pudimos constatar que aquello era cierto, y en la lluvia nació la alegría. Nos dimos cuenta de que a veces puede ser positivo estar bajo la lluvia, que la lluvia puede ser una gracia --el director de L'Osservatore Romano acuñó a su vez la expresión "lluvia de gracias" (en italiano en el discurso, n.d.t.)--: fue una lluvia de gracias; nos dimos cuenta de que a veces, en la historia, puede ser útil "estar bajo la lluvia", porque uno consigue encontrarse en el momento justo para hacer la cosa justa.
Mariazell es mucho más que un "lugar": es la actualización de la historia viva de una peregrinación de fe y de oración durante los siglos, y en esta peregrinación de la oración durante los siglos -una peregrinación que se percibe formalmente, físicamente- no están solamente las oraciones y las invocaciones de los hombres, sino que está presente también la realidad de una respuesta: sentimos que la respuesta existe, que no alargamos la mano hacia algo desconocido, sino que Dios existe, y que a través de su Madre quiere estar particularmente cercano a nosotros. Este sentimiento de gratitud nos envuelve y por esto estoy contento de ser de casa con el corazón, y también ahora de derecho, por así decirlo, en Mariazell.
Según las previsiones humanas, en esta vida no podré volver a peregrinar allí físicamente, pero ahora vivo allí de verdad y en este sentido estoy presente siempre. En los paseos que hago en los paisajes de los recuerdos, vuelvo siempre a hacer una parada en Mariazell, precisamente porque siento que allí la Madre nos sale al encuentro y nos reune a todos. La Virgen de Mariazell tiene nombre imponentes - Magna Mater Austriae, Domina Magna Hungarorum, Magna Mater gentium slavorum - y estos grandes títulos expresan como, allí donde los hombres vienen donde la Madre y el Padre, allí se convierten en hermanos, allí nace la unidad: se percibe que esto emana una fuerza que forma la unidad y a partir de aquí se puede construir la comunión. Y sobre todo: ella es la Magna Mater, pero su grandeza de manifiesta precisamente en el hecho de que Ella se dirige a los pequeños y está presente para los pequeños, que podemos acudir a ella en cualquier momento, sin tener que pagar ningún billete de entrada, simplemente llevando el corazón. Aprendamos de ella, de este modo, lo que es verdaderamente "grande": no el hecho de ser "inalcanzable", no la majestad exterior, sino la bondad del corazón que ofrece a todos la experiencia de lo que significa "estar juntos".
Por eso, para concluir, os digo una vez más de corazón "Vergelt's Gott" y muchas gracias por haber hecho de mí un ciudadano de Mariazell: esto permanecerá profundamente enraizado en mi corazón. Querido monseñor Kapellari, queridos Profesores, quizás habría debido decir también algo por el libro, ¡pero la Virgen es tan grande que en ella hemos incluido también el libro! ¡Muchas gracais por todo!

Oremos por nuestro Santo PadreOh Dios, que para suceder al apóstol san Pedro, elegiste a tu siervo Benedicto XVI como pastor de tu grey, escucha la plegaria de tu pueblo y haz que nuestro Papa, vicario de Cristo en la tierra,confirme en la fe a todos los hermanos, y que toda la Iglesia se mantenga en comunión con él por el vínculo de la unidad, del amor y de la paz para que todos encuentren en ti, Pastor de los hombres, la verdad y la vida eterna

131- Maria en la infancia de Jesús.

JUAN PABLO II AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 15 de enero de 1997

MARIA EN LA INFANCIA DE JESUS
1. Como última página de los relatos de la infancia, antes del comienzo de la predicación de Juan el Bautista, el evangelista Lucas pone el episodio de la peregrinación de Jesús adolescente al templo de Jerusalén.
Se trata de una circunstancia singular, que arroja luz sobre los largos años de la vida oculta de Nazaret.
En esa ocasión Jesús revela, con su fuerte personalidad, la conciencia de su misión, confiriendo a este segundo «ingreso » en la «casa del Padre» el significado de una entrega completa a Dios, que ya había caracterizado su presentación en el templo.
Este pasaje da la impresión de que contradice la anotación de Lucas, que presenta a Jesús sumiso a José y a María (cf. Lc 2, 51).
Pero, si se mira bien, Jesús parece aquí ponerse en una consciente y casi voluntaria antítesis con su condición normal de hijo, manifestando repentinamente una firme separación de María y José.
Afirma que asume como norma de su comportamiento sólo su pertenencia al Padre, y no los vínculos familiares terrenos.
2. A través de este episodio, Jesús prepara a su madre para el misterio de la Redención. María, al igual que José, vive en esos tres dramáticos días, en que su Hijo se separa de ellos para permanecer en el templo, la anticipación del triduo de su pasión, muerte y resurrección.
Al dejar partir a su madre y a José hacia Galilea, sin avisarles de su intención de permanecer en Jerusalén, Jesús los introduce en el misterio del sufrimiento que lleva a la alegría, anticipando lo que realizaría más tarde con los discípulos mediante el anuncio de su Pascua.
Según el relato de Lucas, en el viaje de regreso a Nazaret, María y José, después de una jornada de viaje, preocupados y angustiados por el niño Jesús, lo buscan inútilmente entre sus parientes y conocidos. Vuelven a Jerusalén y, al encontrarlo en el templo, quedan asombrados porque lo ven «sentado en medio de los doctores, escuchándoles y preguntándoles » (Lc 2, 46).
Su conducta es muy diversa de la acostumbrada. Y seguramente el hecho de encontrarlo al tercer día revela a sus padres otro aspecto relativo a su persona y a su misión.
Jesús asume el papel de maestro, como hará más tarde en la vida pública, pronunciando palabras que despiertan admiración: «Todos los que lo oían estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas» (Lc 2, 47).
Manifestando una sabiduría que asombra a los oyentes, comienza a practicar el arte del diálogo, que será una característica de su misión salvífica. Su madre le pregunta: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto?
Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando » (Lc 2, 48).
Se podría descubrir aquí el eco de los «porqués» de tantas madres ante los sufrimientos que les causan sus hijos, así como los interrogantes que surgen en el corazón de todo hombre en los momentos de prueba.
3. La respuesta de Jesús, en forma de pregunta, es densa de significado: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía ocuparme de las cosas de mi Padre?» (Lc 2, 49).
Con esa expresión, Jesús revela a María y a José, de modo inesperado e imprevisto, el misterio de su Persona, invitándolos a superar las apariencias y abriéndoles perspectivas nuevas sobre su futuro.
En la respuesta a su madre angustiada, el Hijo revela enseguida el motivo de su comportamiento.
María había dicho: «Tu padre», designando a José; Jesús responde: «Mi Padre», refiriéndose al Padre celestial. Jesús, al aludir a su ascendencia divina, más que afirmar que el templo, casa de su Padre, es el «lugar» natural de su presencia, lo que quiere dejar claro es que él debe ocuparse de todo lo que atañe al Padre y a su designio. Desea reafirmar que sólo la voluntad del Padre es para él norma que vincula su obediencia.
El texto evangélico subraya esa referencia a la entrega total al proyecto de Dios mediante la expresión verbal «debía », que volverá a aparecer en el anuncio de la Pasión (cf. Mc 8, 31).
Así pues, a sus padres se les pide que le permitan cumplir su misión donde lo lleve la voluntad del Padre celestial.
4. El evangelista comenta: «Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio» (Lc 2, 50).
María y José no entienden el contenido de su respuesta, ni el modo, que parece un rechazo, como reacciona a su preocupación de padres.
Con esta actitud, Jesús quiere revelar los aspectos misteriosos de su intimidad con el Padre, aspectos que María intuye, pero sin saberlos relacionar con la prueba que estaba atravesando.
Las palabras de Lucas nos permiten conocer cómo vivió María en lo más profundo de su alma este episodio realmente singular: «conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón» (Lc 2, 51).
La madre de Jesús vincula los acontecimientos al misterio de su Hijo, tal como se le reveló en la Anunciación, y ahonda en ellos en el silencio de la contemplación, ofreciendo su colaboración con el espíritu de un renovado «fiat».
Así comienza el primer eslabón de una cadena de acontecimientos que llevará a María a superar progresivamente el papel natural que le correspondía por su maternidad, para ponerse al servicio de la misión de su Hijo divino.
En el templo de Jerusalén, en este preludio de su misión salvífica, Jesús asocia a su Madre a sí; ya no será solamente la madre que lo engendró, sino la Mujer que, con su obediencia al plan del Padre, podrá colaborar en el misterio de la Redención. De este modo, María, conservando en su corazón un evento tan rico de significado, llega a una nueva dimensión de su cooperación en la salvación.

106-Homenaje Sabatino:¿Debo amamantarte o cantarte un himno? .

¿Debo amamantarte o cantarte un himno? María avanzaba cargándolo en sus brazos: preguntándose cómo siendo madre seguía siendo virgen, sabiendo su parto por encima de la naturaleza temblaba asustada, y se decía a sí misma. ¡Qué nombre darte mi Hijo! Hombre, pero si tú estás por encima de los hombres. Tú que preservas mi virginidad. ¿Te llamaré hombre perfecto? Pero yo conozco tu concepción divina. Y si te llamo Dios siento estupor viéndote semejante a mí. Tú tienes todo lo que tienen los hombres. ¿Debo amamantarte o cantarte un himno? De Romanos le MELODE

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.Amen.

MIS PLEGARIAS TE DIRIJO...

Ahora éste, que de la ínfima laguna Del universo, ha visto paso a paso Las formas de vivir espirituales,
Solicita, por gracia, tal virtud, Que pueda con los ojos elevarse, Más alto a la divina salvación.
Y yo que nunca ver he deseado Más de lo que a Él deseo, mis plegarias Te dirijo, y te pido que te basten,
Para que tú le quites cualquier nube De su mortalidad con tus plegarias, Tal que el sumo placer se le descubra.
También reina, te pido, tú que puedes Lo que deseas, que conserves sanos, Sus impulsos, después de lo que ha visto. Dante Alighieri: La Divina Comedia Visión del Paraíso: Canto XXXIII

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.Amen.

viernes, 6 de febrero de 2009

María presenta a su Hijo

Fuente: Catholic.net
Autor: Catholic.net

Hoy celebramos una fiesta muy hermosa: la purificación de María y la presentación del Niño en el templo. En esta fiesta se dan la mano la humildad de María y el amor a la misión de Cristo. Ni María necesitaba ofrecerse al Padre, pues toda su vida no tenía otro sentido, otra finalidad distinta de la de hacer la voluntad de Dios. Ojalá aprendamos en este día estos dos aspectos tan bellos: la humildad y el sentido de la consagración, como ofrecimiento permanente a Dios ... Humildad que es actitud filial en manos de Dios, reconocimiento de nuestra pequeñez y miseria. Humildad que es mansedumbre en nuestras relaciones con el prójimo, que es servicialidad, que es desprendimiento propio.

María, como Cristo, quiso cumplir hasta la última tilde de la ley; por eso se acerca al templo para cumplir con todos las obligaciones que exigía la ley a la mujer que había dado a luz su primogénito.

Este misterio, como los demás de la vida de Cristo, entraña un significado salvífico y espiritual.

Desde los primeros siglos, la Iglesia ha enseñado que en el ofrecimiento de Cristo en el templo también estaba incluido el ofrecimiento de María. En esta fiesta de la purificación de María se confirma de nuevo su sí incondicional dado en la Anunciación: “fiat” y la aceptación del querer de Dios, así como la participación a la obra redentora de su hijo. Se puede, pues, afirmar que María ofreciendo al Hijo, se ofrece también a sí misma.

María hace este ofrecimiento con el mismo Espíritu de humildad con el que había prometido a Dios, desde el primer momento, cumplir su voluntad: “he aquí la esclava el Señor”.

Aunque la Iglesia, al recoger este ejemplo de María, lo refiere fundamentalmente a la donación de las almas consagradas, sin embargo, tiene también su aplicación para todo cristiano. El cristiano es, por el bautismo, un consagrado, un ofrecido a Dios. “Sois linaje escogido, sacerdocio regio y nación santa” (1Pe 2, 9). Más aún, la presencia de dios por la gracia nos convierte en templos de la Trinidad: pertenecemos a Dios.

La festividad debe recordarnos la decisión de cumplir la voluntad de Dios con Espíritu de humildad: somos creaturas de Dios y nuestra santificación depende de la perfección con que cumplamos su santa voluntad. (Cfr 1Ts 4, 3).

Conforme al mandato de la ley y a la narración del evangelio, pasados cuarenta días del nacimiento de Jesús, el Señor es presentado en el templo por sus padres. Están presentes en el templo una virgen y una madre, pero no de cualquier criatura, sino de Dios. Se presenta a un niño, lo establecido por la ley, pero no para purificarlo de una culpa, sino para anunciar abiertamente el misterio.

Todos los fieles saben que la madre del Redentor desde su nacimiento no había contraído mancha alguna por la que debiera de purificarse. No había concebido de modo carnal, sino de forma virginal....

El evangelista, al narrarnos el hecho, presenta a la Virgen como Madre obediente a la ley. Era comprensible y no nos debe de maravillar que la madre observara la ley, porque su hijo había venido no para abolir la ley, sino darle cumplimiento. Ella sabía muy bien cómo lo había engendrado y cómo lo había dado a luz y quien era el que lo había engendrado. Pero, observando la ley común, esperó el día de la purificación y así ocultó la dignidad del hijo.


¿Quién crees, oh Madre, que pueda describir tu particular sujeción? ¿Quién podrá describir tus sentimientos? Por una parte, contemplas a un niño pequeño que tu has engendrado y por otra descubres la inmensidad de Dios. Por una parte, contemplamos una criatura, por otra al Creador. (Ambrosio Autperto, siglo VIII, homilía en la purificación de Santa María).


¡Oh tú, Virgen María, que has subido al cielo y has entrado en lo más profundo del templo divino! Dígnate bendecir, oh Madre de Dios, toda la tierra. Concédenos, por tu intercesión un tiempo que sea saludable y pacífico y tranquilidad a tu Iglesia; concédenos pureza y firmeza en la fe; aparta a nuestros enemigos y protege a todo el pueblo cristiano. Amén. (Teodoro Estudita, siglo VIII)

Que nunca nos falte María

Fuente: Catholic.net
Autor: Pedro García, Misionero Claretiano

Una hermosa canción a la Virgen empieza con estas palabras:

Tú eres, María, la Madre de Dios; Tú eres la Madre que Cristo nos dio.

Palabras tan sencillas, que las dice un niño. Palabras tan profundas, que no las sobrepasa el mayor teólogo.

No se puede decir nada más de la Virgen, ni tampoco se puede decir menos. Esas palabras resumen y nos dan todo lo que se ha dicho, se dice y se puede decir de María. María es totalmente Madre: Madre de Dios y Madre nuestra.

En los designios de Dios, Jesucristo fue la primera idea que Dios tuvo en la creación. Todo lo hizo en orden a su Hijo, que un día se haría hombre.

Jesucristo, ¿sería hombre verdadero? ¿no iba a ser un engaño? ¿tenía que ser hermano nuestro?...

Entonces, tenía que tener nuestra misma naturaleza. Tenía que ser un descendiente de Adán. Tenía que nacer de una mujer. Y María fue la elegida para ser la Madre del Dios hecho hombre.

¡Y cómo se quiso lucir Dios en su Madre! ¡Cómo se la preparó! ¡Cómo la preservó de toda mancha de pecado! ¡Cómo la quiso siempre Virgen, para no compartir con nadie su paternidad divina! La hizo totalmente pura, totalmente hermosa, totalmente agraciada. La hizo --es palabra de Dios en el Evangelio-- la llena de gracia, la bendita entre todas las mujeres.

Pero Dios hizo algo más en María. Al hacerla Madre suya, María se convirtió también en Madre de todos los redimidos, en la Madre espiritual de todos los hombres. ¿Cómo es esto?...

Jesús, en el momento supremo de la Redención, en el Calvario, la proclama sin atenuantes Madre nuestra.
- Mujer, ahí tienes a tu hijo. Y tú, Juan, ahí tienes a tu madre.

Para entender el pensamiento de Jesús, vamos nosotros ahora a hacerle a hablar a Él desde la cruz en que está agonizando. Que nos explique su intención. Y oímos que dice a su Madre:
- ¡Mujer! ¡María! ¡Madre! Tú no tienes más que un hijo, yo, tu Jesús. Pero yo, tu Jesús, no soy una cabeza sin miembros. Soy un Jesús entero. Soy la cabeza y soy todos mis miembros. Estos miembros míos son la multitud de hombres y de mujeres que yo he conquistado con mi sangre. Si yo soy tu Hijo, tu Jesús, también tú eres entonces la Madre de todos ellos, porque yo y ellos no somos más que un Jesús, uno solo, el que tú concebiste en tus entrañas: a mí me llevaste físicamente; a ellos, espiritualmente, porque ellos y yo somos el único Jesús, tu Jesús.

La Iglesia de Jesucristo ha creído siempre esto, y esto es lo que sentimos nosotros. ¡Somos hijos de María, porque somos un solo Cristo con Jesús!... Y María, entonces, es intercesora nuestra ante Jesucristo y ante el Padre. Es Abogada nuestra. Porque nos ama con Corazón de Madre.

María, por otra parte, siendo Ella también una redimida por Jesucristo, aunque de una manera tan singular, ha sido ya glorificada plenamente en el Cielo, hecha por Dios el Modelo de la Iglesia en la peregrinación de la fe, e Imagen de nuestra glorificación final.

María va a ocupar un lugar muy distinguido en nuestros mensajes, nacidos del amor y que nos llevarán al amor de nuestra Madre, a la que decimos ya desde ahora:
- Quiero cantarte María, - como canta el ruiseñor. - Tú, adivina en cada nota - el latir del corazón.

Al fin y al cabo, no vamos a hacer sino cumplir la profecía y el encargo del Evangelio, de llamarla ¡Dichosa!, porque, como dijo Ella inspirada por el Espíritu, todas las gentes me llamarán bienaventurada.

La devoción a María ha sido considerada siempre en la Iglesia como una señal segura de salvación.
No se equivoca ciertamente la piedad cristiana cuando piensa así.

Porque nunca se pierde nadie que se ve estrechado por los brazos de la madre.

Eso de que Jesús nos entregara a María como hijos cuando Él pendía de la cruz, no era un gesto vacío de significado. Si Jesús nos la daba por Madre, ¿de qué nos iba a servir si no se empeñaba Ella en el negocio de nuestra salvación?

Convencidos de esta realidad, nosotros la veneramos, la invocamos, la obsequiamos, la amamos con todo el corazón. Así lo hemos hecho desde niños y así lo haremos siempre. Si María es nuestra Madre, no necesitamos razones para perdernos de amores por Ella...

¿Y cómo nos responde María?...
Corre por ahí el cuento de la princesa oriental, en la India misteriosa.

Junto a su castillo de oro se halla el hermoso jardín. Pero un día empezaron a marchitarse las flores, a secarse las plantas, a desaparecer el césped, a cubrirse de lodo las acequias, a cegarse las fuentes. Los pájaros ya no anidaban en los árboles ni cantaban por el cielo azul. Había desaparecido toda belleza. Y todo..., porque la hermosa princesa dejó de visitar el jardín. Los criados fueron a decirle acongojados:
- ¡El jardín se muere! ¿Por qué no regresas a él?...

La princesa linda volvió a pasear entre la maleza, la suciedad y el desorden, y el jardín recobró su antiguo esplendor y todos sus encantos.

Esto será María en nuestros mensajes. Porque hablar de María, rezar a María, cantar a María, estar con María, es hacer presente a la gentil Princesa en el jardín del corazón. ¡Y cómo se conserva lleno de poesía, si nunca se ausenta de él la Virgen y lo cuida con sus delicadas manos!.... 

María Santísima y los “cireneos del alma”

Fuente: Catholic.net
Autor: María Susana Ratero

Hoy llego hasta ti, Madre mía, agobiada por el peso de mi cruz. Los ojos de mi alma, nublados por el llanto, no alcanzan a ver caminos ni salidas.

Es como, si de repente, el sendero fuese cuesta arriba, escarpado el terreno y pesada la carga. Me he caído muchas veces, Madre, bajo el peso del dolor, la tristeza o la soledad. Y siempre vi tu mano extendida, para levantarme.

Pero esta vez… esta vez no veo, Madre… esta vez vengo a tus pies y ni siquiera sé que pedirte. Pero es grande la confianza en que tú sabes, mejor que yo, lo que necesita mi alma.

- Necesitas un cireneo, hija, un cireneo del alma…

El perfume de los jazmines que rodean tu imagen en la Parroquia, me inunda el alma.

- ¿Un cireneo, dices? Pero ¿Quién es? ¿Dónde lo encuentro?- y tu Corazón invita al mío a llegar, desde las Escrituras, a conocer a Simón de Cirene:
En ese momento, un tal Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, volvía del campo; los soldados le obligaron a que llevara la cruz de Jesús Mc 15,21

Tus ojos, tristísimos, ven caminar a Jesús, sufriendo bajo el peso de la cruz, bajo el peso de mis pecados. Le consuelas con tu silencio, con tu entrega, pero tu corazón es un grito: “Padre mío, ¿Porqué le has abandonado?” En ese momento los soldados se detienen a la vista de Simón de Cirene, a quien la Iglesia se referirá más tarde como “el cireneo”, y le obligan a llevar la cruz de Jesús.

- Explícame Madre, lo que debo aprender del cireneo-te pregunto entregándote mi dolor, para que saques de él enseñanza y camino.
Volvemos a los jazmines perfumados de la Parroquia.

- Verás, hija- y te quedas cerca de las flores, que ya no están orgullosas de su aroma, porque el tuyo es infinitamente más bello- Cuando apareció ese hombre, camino del Calvario, sentí que era una respuesta a mis oraciones. Cuando él volvía del campo nunca imaginó que su retorno quedaría grabado en tantos corazones. Que su figura inspiraría luego muchas acciones generosas ¿Comprendes, hija?

- Algo, Madre, te pido la gracia de comprender mejor.

- El cireneo sigue, cada día, volviendo de su trabajo a su casa y encontrando a Jesús sufriente. En aquel día le obligaron a llevar la cruz, pero ahora ha comprendido que puede hacerlo voluntariamente.

- ¿Cómo es eso, Madrecita?

-
Simón de Cirene te enseña que, cuando ayudas por obligación, sin estar muy convencida de tu acción, el dolor ajeno te es pesado de llevar. Avanzas lento y tienes tus dos manos ocupadas y no puedes extender una al hermano. Cuando devuelves la carga, el hermano siente un sabor amargo… Pero cuando eres cireneo por amor, cuando decides ayudar aunque sea un pequeño trecho, la carga es más liviana y te queda una mano libre para sostener al hermano, y avanzan juntos. Y cuando le devuelves su carga, ésta le resulta más liviana a tu hermano, porque el amor, hija, alivia las cargas y las deja perfumadas de dulces recuerdos.

- Entonces ¿Tú pides al Padre un cireneo para nosotros?

-
A cada instante, hija, a cada instante. Y el Padre me deja escogerlos. Así, busco corazones generosos y los pongo en el camino de un hijo que sufre.

- ¡Claro, así nos alivias!

Pero se te pone triste la mirada y susurras:

-
No siempre, hija, no siempre. Yo pongo un cireneo en el camino del que sufre, pero respeto su libertad. Cada “cireneo” que yo escojo es libre de aceptar o no. Todos mis hijos caminan en este “valle de lágrimas” con su mochila de soledad, tristeza, miseria… pero también, todos mis hijos fueron, alguna vez, invitados a ser cireneos.

Me quedo en silencio y mis lágrimas mojan el recuerdo de todas las veces que pasé de largo, que no quise, no pude o no supe ser cireneo.

- Te suplico, Madre, envíes muchos cireneos a aquellos hermanos para los cuales no tuve ni una sonrisa, ni una palabra, ni siquiera un mate para compartir…Y por tu gran Misericordia, mándame también uno a mi.

-
Del dolor se aprende, hija. Pero dime ¿Crees que no te he mandado un cireneo?

Una señora enciende las luces que rodean tu imagen y siento que se me ilumina el alma:

- Dame tu mano, Madre, y ayúdame a ver los cireneos.

Y te vienes conmigo por el valle de mis recuerdos. Los cercanos y los lejanos. De tu mano veo gestos, miradas, palabras hechas racimo en bellas cartas…. “cireneos” que antes no vi. Siempre estuvieron allí, solo que yo, cegada por mi propia visión de la realidad, no supe verlos. Y se quedaron con las manos extendidas para ayudarme y me suavizaron el camino con su cariño, sus palabras, sus pequeños gestos, que ahora, a la distancia, veo en su real grandeza.

Ya es la hora de la Misa. Mi corazón se trepa hasta tu imagen y besa tus manos juntas y tus mejillas suaves. Me cubres con tu manto y el abrazo es infinito.

Para despedirte, dices:

-
De todos los cireneos que viste en tu vida, no me has nombrado al más importante- y corres presurosa al Sagrario y abrazas a Jesús, que se desangra en esperas.

- ¡Madre! ¡Oh Madre!- Y me quedo sin palabras al descubrir que Jesús es el cireneo perfecto.
Si. Jesús estira sus brazos desde el Sagrario y me asegura: “Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón y sus almas encontrarán descanso” Mt 11,28-29.

NOTA de la autora: "Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a mi imaginación, sin intervención sobrenatural alguna."

María, Reina del Cielo

Fuente: www.reinadelcielo.org
Autor: Oscar Schmidt

Jesús, elevado en la Cruz, nos regaló una Madre para toda la eternidad. Juan, el Discípulo amado, nos representó a todos nosotros en ese momento y luego se llevó a María con él, para cuidarla por los años que restaron hasta su Asunción al Cielo.

María se transformó así no sólo en tu Madre, sino también en la Madre de nuestra propia madre terrenal, de nuestro padre, hijos, de nuestros hermanos, amigos, enemigos, ¡de todos!.

Una Madre perfecta, colocada por Dios en un sitial muchísimo más alto que el de cualquier otro fruto de la Creación. María es la mayor joya colocada en el alhajero de la Santísima Trinidad, la esperanza puesta en nosotros como punto máximo de la Creación. La criatura perfecta que se eleva sobre todas nuestras debilidades y tendencias mundanas. ¡Por eso es nuestra Madre!.

La Reina del Cielo es también el punto de unión entre la Divinidad de Dios y nuestra herencia de realeza. Nuestro legado proviene del primer paraíso, cuando como hijos auténticos del Rey Creador poseíamos pleno derecho a reinar sobre el fruto de la creación, la cual nos obedecía. Perdido ese derecho por la culpa original, obtuvimos como Embajadora a una criatura como nosotros, elevada al sitial de ser la Madre del propio Hijo de Dios.

¡Y Dios la hace Reina del Cielo, y de la tierra también!. Allí se esconde el misterio de María como la nueva Arca que nos llevará nuevamente al Palacio, a adorar el Trono del Dios Trino. María es el punto de unión entre Dios y nosotros. Por eso Ella es Embajadora, Abogada, Intercesora, Mediadora. ¿Quién mejor que Ella para comprendernos y pedir por nuestras almas a Su Hijo, el Justo Juez?. María es la prueba del infinito amor de Dios por nosotros: Dios la coloca a Ella para defendernos, sabiendo que de este modo tendremos muchas más oportunidades de salvarnos, contando con la Abogada más amorosa y misericordiosa que pueda jamás haber existido. ¿Somos realmente conscientes del regalo que nos hace Dios al darnos una Madre como Ella, que además es nuestra defensora ante Su Trono?.

Si tuvieras que elegir a alguien para que te defienda en una causa difícil, una causa en la que te va la vida. ¿A quien elegirías?.

Dios ya ha hecho la elección por ti, y vaya si ha elegido bien: tu propia Madre es Reina y Abogada, Mediadora e Intercesora.

¿Qué le pedirías a Ella, entonces?.

Reina del Cielo, sé mi guía, sé mi senda de llegada al Reino. Toca con tu suave mirada mi duro corazón, llena de esperanza mis días de oscuridad y permite que vea en ti el reflejo del fruto de tu vientre, Jesús. No dejes que Tus ojos se aparten de mi, y haz que los míos te busquen siempre a ti, ahora y en la hora de mi muerte.