miércoles, 3 de enero de 2018

Más 6 de 154 Imprimir todo En una ventana nueva San Juan Evangelista: fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario al morir Jesús.- Oremos juntos.

Riosalado - ElServer riosalado@amdgvm.com.ar

Archivos adjuntos27/12/17 (hace 7 días)
para Riosalado


27 de Diciembre
San Juan Evangelista
 Año 100



Juan significa: "Dios es misericordioso".

Este apóstol tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús.
Y se ha hecho muy famoso por haber compuesto el cuarto evangelio.
Nació en Galilea. Era hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor. Su
oficio era el de pescador. Parece que fue uno de los dos primeros discípulos
de Jesús, junto con Andrés. Los dos eran también discípulos de Juan Bautista
y un día al escuchar que el Bautista señalaba a Jesús y decía: "Este es el
cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", se fueron detrás de Él.
Jesús se volvió y les dijo: "¿Qué buscan?". Ellos le respondieron: "Señor:
¿dónde habitas?". Y Jesús les dijo: "Vengan y verán". Y se fueron con él y
estuvieron en su compañía toda la tarde recibiendo sus enseñanzas. Durante
toda su vida, jamás Juan podrá olvidar el día, la hora y el sitio en que se
encontró por primera vez con Jesucristo. Fue el momento más decisivo de su
existencia.
Juan estaba después un día con su hermano Santiago, y con sus amigos Simón y
Andrés, remendando las redes a la orilla del lago, cuando pasó Jesús y les
dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de almas". Inmediatamente,
dejando a su padre y a su empresa pequeña, se fue con Cristo a dedicarse
para siempre y por completo a extender el Reino de Dios.
Juan evangelista fue parte, junto con Pedro y Santiago, del pequeño grupo de
preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más
grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y
presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la
agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos. Junto con Pedro, fue este
apóstol encargado por Jesús de prepararle la Última Cena.


Al ver la mamá de Santiago y Juan que Jesús los prefería tanto, y aconsejada
por ellos dos, que eran bien orgullosos, se atrevió a pedirle al Señor una
gracia muy especial: que cuando él empezara a reinar, nombrara a Juan primer
ministro y a Santiago ministro también. Jesús le respondió que el señalar
los primeros puestos en el Reino de los cielos le correspondía al Padre
Celestial, y que estos ya estaban determinados para otros. Los demás
apóstoles se indignaron contra estos dos vanidosos, pero Jesús aprovechó
aquella ocasión para recordarles que en el Reino de los cielos ocuparán los
primeros puestos los que se hayan dedicado a prestar servicios humildes a
los demás.
A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un sobrenombre: "Hijos del
trueno". Y esto se debió a que un día fueron los apóstoles a pedir hospedaje
en un pueblo de samaritanos (que odiaban a los judíos) y nadie les quiso
proporcionar nada. Entonces estos dos hermanos, que eran violentos, le
propusieron a Jesús que les mandara a aquellos maleducados samaritanos
alguno de los rayos que tenía desocupados por allá en las nubes. Jesús tuvo
que regañarlos porque no habían comprendido todavía que Él no había venido a
hacer daño a ninguno, sino a tratar de salvar a cuantos más pudiera. Más
tarde estos dos hermanos tan vanidosos y malgeniados, cuando reciban el
Espíritu Santo, se volverán humildes y sumamente amables y bondadosos.
En la Última Cena tuvo el honor de recostar su cabeza sobre el corazón de
Cristo.
Juan Evangelista fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el
Calvario al morir Jesús. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más
precioso de los regalos. Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la
Madre Santísima María, como si fuera su propia madre, diciéndole: "He ahí a
tu madre". Y diciendo a María: "He ahí a tu hijo".
El domingo de la resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al
sepulcro vacío de Jesús. Se fue corriendo con Pedro (al oír la noticia de
que el sepulcro estaba vacío), pero como era más joven, corrió a mayor
velocidad y llegó primero. Sin embargo por respeto a Pedro lo dejó entrar a
él primero y luego entró él también y vio y creyó que Jesús había
resucitado.
Después de la resurrección de Cristo, cuando la segunda pesca milagrosa,
Juan fue el primero en darse cuenta de que el que estaba en la orilla era
Jesús. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a Juan: "¿Y éste qué
será?". Jesús le respondió: "Y si yo quiero que se quede hasta que yo venga,
a ti qué?". Con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan
no moriría. Pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por bastante
tiempo, hasta que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho. Y en
efecto vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron
matar los perseguidores.
Después de recibir el Espíritu Santo en Pentecostés, Juan iba con Pedro un
día hacia el templo y un pobre paralítico les pidió limosa. En cambio le
dieron la curación instantánea de su enfermedad. Con este milagro se
convirtieron cinco mil personas, pero los apóstoles fueron llevados al
tribunal supremo de los judíos que les prohibió hablar de Jesucristo. Pedro
y Juan les respondieron: "Tenemos que obedecer a Dios, antes que a los
hombres". Los encarcelaron, pero un ángel llegó y los libertó. Otra vez los
pusieron presos y les dieron 39 azotes a cada uno. Ellos salieron muy
contentos de haber tenido el honor de sufrir esta afrenta por amor al Señor
Jesús, y siguieron predicando por todas partes.
Juan, para cumplir el mandato de Jesús en la cruz, se encargó de cuidar a
María Santísima como el más cariñoso de los hijos. Con Ella se fue a
evangelizar a Éfeso y la acompañó hasta la hora de su gloriosa muerte.
El emperador Dominiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en
una olla de aceite hirviente, pero él salió de allá más joven y más sano de
lo que había entrado, entonces fue desterrado a la isla de Patmos, donde fue
escrito el Apocalipsis.
Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió el Evangelio según San Juan,
que es el libro que lo ha hecho tan famoso. Este libro tiene un estilo
elevadísimo e impresionantemente hermoso. Agrada mucho a las almas místicas,
y ha convertido a muchísimos con su lectura.
A San Juan Evangelista lo pintan con un águila al lado, porque es el
escritor de la Biblia que se ha elevado a más grandes alturas de
espiritualidad con sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados
pensamientos como en su evangelio.
Dice San Jerónimo que cuando San Juan era ya muy anciano se hacía llevar a
las reuniones de los cristianos y lo único que les decía siempre era esto:
"hermanos, ámense los unos a otros". Una vez le preguntaron por qué repetía
siempre lo mismo, y respondió: "es que ese es el mandato de Jesús, y si lo
cumplimos, todo lo demás vendrá por añadidura".
San Epifanio dice que San Juan murió hacia el año cien, a los 94 años de
edad. Poco antes había ido a un monte tenebroso a convertir a un discípulo
suyo que se había vuelto guerrillero, y logró convertirlo volviéndolo bueno
otra vez. Dicen los antiguos escritores que amaba mucho a todos pero que les
tenía especial temor a los herejes porque ellos con sus errores pierden
muchas almas.

San Juan Evangelista: consíguenos de Dios la gracia especial de leer con fe
y cariño tu santo evangelio, y obtener de su lectura gran provecho para
nuestra alma.
Dios es amor (San Juan).

Zona de los archivos adjuntos

No hay comentarios: