martes, 14 de octubre de 2014

2014.-39.-Angelus del Sto.Padre: la fe pide dar el testimonio de la caridad .-Oremos juntos

Riosalado riosalado@uolsinectis.com.ar

Archivos adjuntos14:43 (hace 20 horas)
para Riosalado
La Fe Pide Dar El Testimonio De La Caridad







CIUDAD DEL VATICANO, 12 de octubre de 2014 (
<http://www.zenit.org?utm_campaign=diariohtml&utm_medium=email&utm_source=di
spatch> Zenit.org) - Concluida la santa misa en la basílica de San Pedro en
agradecimiento por la canonización de dos santos canadienses, el santo padre
Francisco rezó el ángelus desde la ventana de su estudio que da a la plaza
de San Pedro, delante de miles de peregrinos que allí se habían congregado





« Queridos hermanos y hermanas. En el evangelio de este domingo, Jesús nos
habla de la respuesta que se da a la invitación de Dios --representado por
un rey-- a participar a un banquete nupcial.

La invitación tiene tres características fundamentales:

*    la gratuidad,

*    la amplitud,

*    la universalidad.

Los invitados son muchos, pero sucede algo sorprendente: ninguno de los
elegidos acepta ir a la fiesta, tienen otras cosas que hacer, más aún,
algunos muestran indiferencia y hasta fastidio. Dios es bueno hacia
nosotros, nos ofrece gratuitamente su amistad, nos ofrece su alegría, la
salvación, pero tantas veces

*    no acogemos sus dones, ponemos en primer lugar nuestras preocupaciones
materiales, nuestros intereses.

*    Algunos invitados incluso maltratan y asesinan a los siervos que llevan
la invitación.

No obstante la falta de adhesión de los llamados, el proyecto de Dios no se
interrumpe. Delante del rechazo de los primeros invitados, él no se
desanima, no suspende la fiesta pero repropone la invitación, ampliándola
hasta más allá de los límites razonables y manda a sus siervos a las plazas
y a los cruces de las rutas para reunir a todos aquellos que encuentren.

Se trata de gente común, pobres, abandonados y desheredados, más aún, 'malos
y buenos', incluso los malos son invitados, sin distinción. Y la sala se
llena con los 'excluidos'. El Evangelio, rechazado por alguno, encuentra una
acogida inesperada en tantos corazones.

La bondad de Dios no tiene fronteras y no discrimina a nadie: por esto el
banquete de los dones del Señor es universal, universal para todos. A todos
le da la posibilidad de responder a su invitación, a su llamado, a su
caminata; nadie tiene el derecho de sentirse privilegiado o de revindicar
una exclusiva. Todo esto nos induce a vencer la costumbre de colocarnos
cómodamente en el centro, como hacían los jefes de los sacerdotes y
fariseos.





Esto no se debe hacer, tenemos que abrirnos a las periferias, reconociendo
también que quien está en los márgenes, más aún, quien es rechazado y
despreciado por la sociedad, es objeto de la generosidad de Dios. Todos
estamos llamados a no reducir el Reino de Dios dentro de los límites de
nuestra 'iglesita', nuestra 'iglesita pequeñita', esto no sirve, pero a
dilatar la Iglesia a las dimensiones del Reino de Dios.





Entretanto hay una condición: vestir el hábito nupcial. O sea dar testimonio
concreto de la caridad concreta a Dios y al prójimo.

Confiamos a la intercesión María Santísima los dramas y las esperanzas de
tantos hermanos y hermanas nuestros; excluidos, débiles, rechazados,
despreciados, incluso aquellos que son perseguidos por motivo de su fe.
Invocamos su protección en los trabajos del sínodo de los obispos reunidos
estos dias en el Vaticano».



Después de rezar la oración del ángelus:

«Queridos hermanos y hermanas, esta mañana en la ciudad de Sassari, ha sido
proclamado beato el padre Francesco Zirano, de la Orden de los frailes
menores conventuales: él prefirió ser asesinado antes que renegar a su fe.
Demos gracias a Dios por este sacerdote mártir, heroico testimonio del
Evangelio. Su fidelidad llena de coraje hacia Cristo ha sido un acto de gran
elocuencia, especialmente en el actual contexto de despiadadas persecuciones
contra los cristianos.



En este momento, nuestro pensamiento va a la ciudad de Génova, otra vez
duramente golpeada por el aluvión. Prometo mi oración por la víctima y por
todos los que han sufrido graves daños. La Virgen de la Guardia sostenga a
la querida población genovesa en el empeño solidario, para que puedan
superar esta dura prueba.

Recemos todos juntos a la Virgen de la Guardia. Ave María... María Madre, de
la Guardia proteja a Génova.



Saludo a los peregrinos, especialmente a las familias y a los grupos
parroquiales. En particular quiero saludar cordialmente al grupo de
peregrinos canadienses, venidos a Roma con motivo de la canonización de san
Francisco de Laval y santa María de la Encarnación. Que los nuevos santos
susciten en el corazón de los jóvenes canadienses el fervor apostólico.



Saludo al grupo del «Office Chrétien des personnes handicapées» que ha
venido desde Francia; a las familias del Colegio Reinado del Corazón de
Jesus, de Madrid; a los fieles de Segovia; a los polacos aquí presentes ;y a
quienes han promovido especiales obras de caridad en ocasión de la Jornada
del Papa.



Saludo al numeroso grupo de la 'Associazione Amici di San Colombano per
l'Europa', que han venido en ocasión de la apertura del del XIV centenario
de la muerte de San Colombano, gran evangelizador del Continente europeo.



Saludo a las Hijas de María Auxiliadora, que están participando al capítulo
general; a los fieles de la parroquia de Santa María Inmaculada de Carenno;
a los representantes de la diócesis de Lodi reunidos en Roma para la
ordenación episcopal de su Pastor; y a los fieles de Bergamo y Marne».

Y el Papa deseó a todos un buen domingo y añadió: "Por favor les pido que
recen por mí". Y concluyó con su "Buon pranzo e arrivederci».



  _____


ANGELUS


V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mi según tu palabra.
Avemaría.

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesucristo.

Oración
Te suplicamos, Señor,

 que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que,

 por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo
Jesucristo,

por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el
mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.

__________

No hay comentarios: