jueves, 20 de septiembre de 2018

San Lorenzo, mártir: dolorosamente dio su testimonio de ser cristiano.- Oremos juntos


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Archivos adjuntosvie., 10 ago. 12:08
para Riosalado

10 de Agosto
San Lorenzo
Mártir
Año 258


Su nombre significa: "coronado de laurel".
Los datos acerca de este santo los ha narrado San Ambrosio, San Agustín y el
poeta Prudencio.
Lorenzo era uno de los siete diáconos de Roma, o sea uno de los siete
hombres de confianza del Sumo Pontífice. Su oficio era de gran
responsabilidad, pues estaba encargado de distribuir las ayudas a los
pobres.
En el año 257 el emperador Valeriano publicó un decreto de persecución en el
cual ordenaba que todo el que se declarara cristiano sería condenado a
muerte. El 6 de agosto el Papa San Sixto estaba celebrando la santa Misa en
un cementerio de Roma cuando fue asesinado junto con cuatro de sus diáconos
por la policía del emperador. Cuatro días después fue martirizado su diácono
San Lorenzo.
La antigua tradición dice que cuando Lorenzo vio que al Sumo Pontífice lo
iban a matar le dijo: "Padre mío, ¿te vas sin llevarte a tu diácono?" y San
Sixto le respondió: "Hijo mío, dentro de pocos días me seguirás". Lorenzo se
alegró mucho al saber que pronto iría a gozar de la gloria de Dios.
Entonces Lorenzo viendo que el peligro llegaba, recogió todo el dinero y
demás bienes que la Iglesia tenía en Roma y los repartió entre los pobres. Y
vendió los cálices de oro, copones y candelabros valiosos, y el dinero lo
dio a las gentes más necesitadas.
El alcalde de Roma, que era un pagano muy amigo de conseguir dinero, llamó a
Lorenzo y le dijo: "Me han dicho que los cristianos emplean cálices y
patenas de oro en sus sacrificios, y que en sus celebraciones tienen
candelabros muy valiosos. Vaya, recoja todos los tesoros de la Iglesia y me
los trae, porque el emperador necesita dinero para costear una guerra que va
a empezar".
Lorenzo le pidió que le diera tres días de plazo para reunir todos los
tesoros de la Iglesia, y en esos días fue invitando a todos los pobres,
lisiados, mendigos, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos y
leprosos que él ayudaba con sus limosnas. Y al tercer día los hizo formar en
filas, y mandó llamar al alcalde diciéndole: "Ya tengo reunidos todos los
tesoros de la iglesia. Le aseguro que son más valiosos que los que posee el
emperador".
Llegó el alcalde muy contento pensando llenarse de oro y plata y al ver
semejante colección de miseria y enfermedad se disgustó enormemente, pero
Lorenzo le dijo: "¿por qué se disgusta? ¡Estos son los tesoros más
apreciados de la iglesia de Cristo!"
El alcalde lleno de rabia le dijo: "Pues ahora lo mando matar, pero no crea
que va a morir instantáneamente. Lo haré morir poco a poco para que padezca
todo lo que nunca se había imaginado. Ya que tiene tantos deseos de ser
mártir, lo martirizaré horriblemente".
Y encendieron una parrilla de hierro y ahí acostaron al diácono Lorenzo. San
Agustín dice que el gran deseo que el mártir tenía de ir junto a Cristo le
hacía no darle importancia a los dolores de esa tortura.
Los cristianos vieron el rostro del mártir rodeado de un esplendor
hermosísimo y sintieron un aroma muy agradable mientras lo quemaban. Los
paganos ni veían ni sentían nada de eso.
Después de un rato de estarse quemando en la parrilla ardiendo el mártir
dijo al juez: "Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el
otro lado para quedar asado por completo". El verdugo mandó que lo voltearan
y así se quemó por completo. Cuando sintió que ya estaba completamente asado
exclamó: "La carne ya está lista, pueden comer". Y con una tranquilidad que
nadie había imaginado rezó por la conversión de Roma y la difusión de la
religión de Cristo en todo el mundo, y exhaló su último suspiro. Era el 10
de agosto del año 258.
El poeta Prudencio dice que el martirio de San Lorenzo sirvió mucho para la
conversión de Roma porque la vista del valor y constancia de este gran
hombre convirtió a varios senadores y desde ese día la idolatría empezó a
disminuir en la ciudad.
San Agustín afirma que Dios obró muchos milagros en Roma en favor de los que
se encomendaban a San Lorenzo.
El santo padre mandó construirle una hermosa Basílica en Roma, siendo la
Basílica de San Lorenzo la quinta en importancia en la Ciudad Eterna.



Oración
Señor Dios: Tú le concediste a este mártir un valor impresionante
para soportar sufrimientos por tu amor, y una generosidad
 total en favor de los necesitados. Haz que esas dos cualidades
las sigamos teniendo todos en tu Santa Iglesia:
generosidad inmensa para repartir nuestros bienes entre los pobres,
y constancia heroica para soportar los males y
dolores que tú permites que nos lleguen

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